Un rol de género se define como aquella ocupación que la sociedad impone, según sus cánones, y el sexo al que pertenece la persona en cuestión.
¿Alguna vez te preguntaste si el rol de género que te impusieron desde la infancia, influenció en algo el camino que tomaste?, ¿dónde estarías si pertenecieras a un género diferente?
Aunque a lo largo de un proceso lento y cansado, es verdad que ya en pleno siglo XXI, el mundo occidental está eliminando los roles de género como una imposición del pasado que hoy es caduca. Poco a poco las sociedades y las nuevas generaciones están construyendo el futuro desde la equidad, la repartición igualitaria de derechos y obligaciones, que al final construirá un mundo más justo.
Al menos en el ideal del mundo posmoderno, el destino de cada persona se debería definir según sus afinidades y cualidades, pero no según su genitalidad.
Tan sólo hace unos 50 años, los roles de género, en la mayoría de los países occidentales, estaban más que establecidos; el papel de las mujeres era siempre a cargo del hogar, responsables de la familia en todos los sentidos, mientras los hombres se consideraban los proveedores, agentes ajenos, cuya única tarea era llevar el sustento, pero no encargarse de la educación ni de los asuntos emocionales.
La evolución del mundo, la necesidad de incorporar a las mujeres al sistema laboral y la lucha de éstas por la adquisición de derechos, hicieron que las condiciones para ambos géneros fueran cada vez más igualitarias y por fuerza los roles tuvieran que adaptarse.
Incluso, al menos en los países más avanzados, la educación de las nuevas generaciones ya está eliminando los roles, estableciendo condiciones distintas en donde las personas valen por su capacidad intelectual o sus valores, sin importar el género que elijan representar a lo largo de la vida.
Otras naciones, como es el caso de México, aún parecen oponer resistencia al cambio en los roles de género. Muchas mujeres mexicanas, incluso las más jóvenes, aún están siendo educadas para ser madres y esposas, mucho antes que personas con intereses individuales.
¿Qué tan útil es hoy en día conservar los roles de género?
Puede ser incluso que, en la evolución de los últimos cien años, hayamos empezado a borrar el género como un factor determinante en la construcción de la sociedad. De ahí que los más jóvenes ya ni siquiera se identifiquen con los papeles que les tocaría interpretar en la sociedad tradicional, y en ese sentido estén construyendo nuevos roles, nuevos géneros y un mundo mucho más plural.
En un universo repleto de posibilidades, cuya apertura tiende a ser hacia el papel que juegan las personas y no los envases, los roles de género parecen sólo una limitante, una idea que, como especie humana, nos corta las alas, en lugar de permitirnos volar a cielo abierto.