La androginia es una tendencia cada vez más común, que nos enseña a no definir géneros masculinos o femeninos en las personas.
Actualmente, la ropa, los nombres y las estructuras sociales, están cambiando para adaptarse a esa moda.
Esta moda, combina prendas masculinas y femeninas, hasta desvanecer su frontera, no busca que se renuncie a la feminidad, sino a jugar con la expresión.
La ausencia de estampados, una paleta de colores neutros, cortes rectos, austeridad y sobriedad, son algunas de las características de la tendencia y pureza, de líneas y tejidos naturales.
Coco Chanel fue una de las pioneras en diluir la frontera entre géneros con sus trajes sastre, y la estética unisex; íconos como David Bowie o Tilda Swinton, nunca han dejado de ejercer su influencia.
La androginia es algo que no se puede clasificar, y que se puede relacionar con la necesidad humana de diferenciarse del resto, como seres sociables que somos.
Gracias a los medios de comunicación, esta tendencia que nació en las personas y se reflejó en las pasarelas, ha pasado a ser un referente social, cultural y estético, personificado por diseñadores, modelos y famosos; ya actúa como regulador social, convirtiendo a la vestimenta en un reflejo de la sociedad.
Podemos decir que con esta tendencia, se expresa la lucha por la igualdad de género vigente, y desaparece los tabúes que existen entre el hombre y la mujer.