El ser humano del siglo XXI está realmente confundido respecto a sus prioridades y sus intereses, y a cada momento lo demuestra.

En los últimos años se ha puesto de moda el interés en los animales, miles de personas afirman que aman más a sus mascotas que al resto de la población humana, están dejando de tener hijos y juran entenderse mejor con sus amigos peludos.

Irónicamente, en diez años desaparecieron al menos diez especies de animales en todo el planeta, por razones como la caza desmedida, el tráfico ilegal y el cambio climático, que acaba con hábitats enteros.

Sí queremos a los animales, pero esas cifras demuestran que es sólo una moda pasajera, porque realmente no modificamos nuestros estilos de vida para que ellos estén mejor, al contrario estamos aniquilándolos y somos cada vez más egoístas.

Algo pasa en un mundo que dice amar a los animales, pero no es capaz de respetar a su propia especie. En unos cuantos años miles de niños han muerto en Siria por la guerra que ahí sigue desatada, eso mientras en países con mejores niveles de vida, la gente viste a sus perros y los pasea en carriola.

No está bien ni mal, simplemente la situación es un reflejo de la degradación de la psique humana. No aceptamos a nadie, somos racistas, homófobos, machistas, clasistas, xenofóbicos e ignorantes, pero tomamos a la especie animal como esa que queremos más, solamente porque no es capaz de criticarnos en palabras ni decirnos que no quiere ser objeto de nuestros vacíos emocionales.

No es posible amar a una especie y detestar a la otra, eso es sólo fingir y no aceptar; como humanidad ya nos damos asco, horror y estamos cansados de no poder con nuestra propia existencia.

@LAGOTADERRAMADA