En los últimos años, cada vez es más frecuente que escuchemos sobre las matanzas que ocurren en las escuelas, ha habido casos en México, pero sin duda, es en Estados Unidos dónde más tragedias se presentan.
La semana pasada, un hombre fue arrestado en una instalación de Nuevo México, Estados Unidos. El hombre se encontraba entrenando niños para que cometieran matanzas en diferentes escuelas, de acuerdo con documentos judiciales citados por la agencia Associated Press.
Siraj Ibn Wahhaj, padre de un niño desaparecido en el estado de Georgia, fue arrestado junto con otros cuatro adultos, en una sucia e improvisada propiedad en la comunidad de Amalia. Durante esta redada, los oficiales descubrieron a once niños y los restos de un menor que aún no han podido identificar.
Wahhaj y los otros adultos fueron arrestados al presentar varios cargos, entre ellos por abuso infantil. Los niños que fueron rescatados tenían entre 1 a 15 años y ya se encuentran bajo el cuidado del Departamento de Niños, Jóvenes y Familias, de Nuevo México.
Las autoridades se encontraban buscando al hijo de Wahhaj, quién tenía tres años al momento de su desaparición, misma que fue reportada por su madre, en Diciembre del año pasado. Lamentablemente el niño no fue hallado.
Las instalaciones donde fueron hallados, habían sido, por dos meses, discretamente vigiladas por el FBI hasta que las autoridades creyeron tener pruebas suficientes de presuntos actos criminales para pedir una orden de cateo.
En un comunicado, el alguacil Jerry Hogrefe, describió las terribles condiciones de la instalación, donde vivían las víctimas y victimarios.
El alguacil comentó que la única comida que habían visto había sido unas cuantas papas y una caja de arroz, asegurando que los adultos y niños parecían “refugiados” y no sólo por la falta de comida, sino también por que no tenían zapatos, artículos de higiene personal y trapos sucios como ropa.
La manera en que consiguieron la orden de cateo fue que recibieron un mensaje de alguien aún no identificado, que se encontraba dentro de la instalación, que pedía agua y comida porque estaban muriendo de hambre y sed.
Fuente: