El pasado 29 de Septiembre la Comisión Global de Política de Drogas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presentó un informe que sugiere a países como México, volver a analizar las medidas para combatir al narcotráfico y avanzar en el control de los mercados de drogas ilegales.
Para la comisión existe un evidente fracaso del modelo aplicado:
“Aumento en el número de sobredosis; propagación del VIH y la hepatitis C; el tejido social y las instituciones estatales afectados por las políticas represivas dirigidas a los más vulnerables; la corrupción y la violencia causan más muertes, desapariciones y desplazamientos de personas, que las causados por guerras en ciertos países.”
En México, el informe “Regulación: El Control Responsable de las Drogas”, se presentó en el Palacio de la Escuela de Medicina en la Ciudad de México:
«En lugar de cumplir los objetivos de las tres convenciones internacionales sobre drogas, las políticas actuales sobre drogas no están reduciendo ni la demanda ni el suministro de drogas ilegales, sino todo lo contrario, mientras que el creciente poder del crimen organizado es una triste realidad.»
Se dio a conocer que, a nivel mundial, al menos se registran unos ¡190,00 fallecimientos prematuros! (en la mayoría, podrían haberse evitado), provocados por las drogas, declaró la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El panel de expertos que presentaron este informe en la Ciudad de México, estuvo conformado por ex jefes de Estado, de gobierno y ganadores de premios Nobel.
Entre ellos, destacaron los ex-presidentes: Ernesto Zedillo (México) y César Gaviria (Colombia); además de los ex-primeros ministros Helen Clark (Nueva Zelanda) y Nick Clegg (Reino Unido).
Así como el ex-director ejecutivo del Fondo Mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, Michel Kazatchkine y la ex-secretaria general de la Cámara Internacional de Comercio de Suiza, Maria Cattaui, entre otros.
Para poder regular las drogas, la Comisión Global de Política de Drogas recomendó los siguientes puntos:
- Los Estados deben considerar experimentar con la regulación incremental de drogas de menor potencia.
- Las legislaciones no deben dejar atrás a las personas y las comunidades más afectadas por la prohibición, cuando regulan legalmente los mercados de drogas, como las comunidades que se dedican a actividades ilegales no violentas, debido a la pobreza, la marginación o la falta de oportunidades.
- Volver a distribuir los recursos para mitigar los cambios previstos en la actividad del crimen organizado.
- Mantener la prohibición en las drogas más potentes y de alto riesgo.
En México, la Ley General de Salud explica que hay un límite para el consumo de marihuana de 5 gramos, aunque está prohibida «la siembra, cultivo, cosecha, elaboración y preparación, entre otros.
¿Prohibir o regular?, he ahí el dilema…
Fuente: Huffington Post
La gota derramada 