Hambre en la Sierra Tarahumara

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En general, la situación de los pueblos indígenas de México no es algo de lo que podamos estar orgullosos, prácticamente en todas las regiones se viven situaciones de pobreza, hambre y miseria, por desatención del gobierno, discriminación y olvido de las instituciones públicas.

Se calcula que el 80% de los indígenas que habitan en México lo hacen en condiciones de pobreza; con las pésimas condiciones en que se encuentra el campo nacional y la influencia de intermediarios, que compran los productos a precios absurdos, es evidente que quienes trabajan en ello casi ni sobreviven, y por supuesto, pierden toda esperanza de progreso patrimonial, educativo y hasta de salud y calidad de vida.

De un tiempo a la fecha, en la Sierra Tarahumara hay una ola masiva de suicidios, que afecta incluso a los más jóvenes. Los habitantes de aquella zona del país declaran ya no poder más con su situación; las condiciones en que viven siempre han sido difíciles, porque son lugares muy lejanos y el clima es extremoso, sin embargo, la situación se ha complicado aún más debido a la deforestación, la falta de agua y la llegada del crimen organizado, que amenaza a las comunidades.

Hace unos años se reportó el caso de, al menos 50 tarahumaras, que se arrojaron de una montaña, luego de pasar varios meses en hambruna y sin que alguien moviera un dedo para ayudarlos.

Es irónico ver cómo en países desarrollados la cultura indígena de México es muy valorada y se considera cuna de las civilizaciones antiguas, motor del mundo como lo vemos hoy. Mientras tanto, los mexicanos seguimos tratando a los pueblos originarios como una masa de gente pobre, ignorante y destinada a la servidumbre, solamente porque nacieron perteneciendo a etnias con raíces ancestrales y costumbres que no podemos entender.

En respuesta a la pésima repartición de la riqueza que caracteriza a México, pueblos indígenas como los de la Sierra Tarahumara están hoy muriendo de hambre, tal como sucede en África o en Siria, pero por razones mucho más absurdas que en esos lugares. Se trata de un hambre que no es por falta de recursos, sino por indiferencia de quienes sí tienen, hacia quienes no tienen nada.

México está condenando a sus pueblos originarios a la extinción, lo que significa la muerte de sus raíces y la caída de todo aquello que lo constituyó como el país que es hoy.

@lagotaderramada

 

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