Playeras, banderas, boletos, canales de pago por evento, transmisiones en vivo, y un montón de cosas más, se venden so pretexto del fútbol en todo el planeta. No importa de qué clase social se trate, porque en todos los sectores suele haber varios que invierten sus recursos en ver a sus equipos favoritos, cacarear sus goles y vestir con los colores alusivos.

Es el deporte que más vende en todo el mundo, sus aficionados se cuentan por millones, y el planeta entero es capaz de detenerse esperando un gol.

Visto desde otra perspectiva, el fútbol es un negocio multimillonario, que no solamente obtiene ganancias de vender comerciales por televisión; buena parte del dinero que mueven los balones es dinero de la mafia, crimen organizado que blanquea sus billetes, con la inocencia de los aficionados.

Financial Action Task Force (FATF) es una organización internacional que se dedica a investigar cuestiones de lavado de dinero. Entre sus trabajos ha revelado que buena parte de los clubes de fútbol, en todo el mundo, en especial los de nivel profesional, son usados para fines ilícitos, de ahí que muchos jugadores sean valuados en cantidades exorbitantes.

Tanta mercadotecnia, espacios publicitarios y parálisis social, cuando se trata de fútbol, no podía ser casualidad. Resulta ser que el deporte más popular del planeta, con millones y millones de seguidores, es la cortina de muchos negocios ilegales, tráfico de drogas, armas e incluso personas, y muchos asuntos ilícitos más que existen, gracias a que el mundo se siente libre de ver un partido y hasta invertir dinero en ello.

Cada que los aficionados compran algo referente a un equipo de fútbol, o tan sólo encienden la televisión para ver un partido, contribuyen directamente al crimen organizado en todo el mundo, y le dan recursos para seguir operando.

El fútbol está bien como deporte, pero habría que revisar más a detalle sus bemoles y lo que implica que sea el financiamiento de tantos negocios ilícitos.

@LAGOTADERRAMADA