Muchos de nosotros damos por hecho el tener alimento a diario en la mesa, y es por eso que no nos preocupa desperdiciar la comida que a veces ya no queremos. Pero, ¿podría ser un problema para los demás? La respuesta es ¡SÍ!, absolutamente, lo que creemos que no tiene impacto sobre otras personas; sin duda alguna es un grave problema para muchos y es que no solo se trata de erradicar el hambre, sino también esto representa pérdidas millonarias para la industria alimenticia.
Y es que un tercio de los alimentos se pierde o desperdicia en procesos como la recolección, almacenamiento, embalaje o incluso mediante la transportación, lo que equivale a poco menos de 1,300 millones de toneladas de alimentos desperdiciados al año.
Además, el hecho de que se desperdicie la comida incita a los cultivadores y a las empresas a producir menos alimento, con la finalidad de que el desperdicio de los mismos se reduzca, las consecuencias en la escasez de alimentos, es la alza en los precios.
Es por eso que se han creado varias iniciativas; la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) junto con algunos socios del sector privado de la industria alimentaria, están colaborando con una iniciativa para desarrollar e implementar un programa para evitar pérdidas y desperdicio de alimentos.
Así mismo, existen empresas dedicadas a la recolección de alimentos, para llevarla a los lugares y personas que más lo necesitan. El Banco de Alimentos de México, es una excelente alternativa para donar y apoyar a que los alimentos lleguen donde más se requieren.
Fuentes:
http://www.fao.org/save-food/es/
La gota derramada 