Fue un 18 de Noviembre de 1978, cuando 914 miembros de la secta estadounidense del “Templo del Pueblo”, murieron en la selva de Guyana por voluntad propia, es decir, fueron víctimas de uno de los más dramáticos suicidios colectivos de la historia contemporánea. Convirtiéndose en el peor suicidio colectivo de la historia.
No sé sabe cuáles fueron los motivos que los llevaron a cometer esta atrocidad, sólo se conoce que la persona que comenzó con esta acción fue el “reverendo” Jim Jones, quien dio el salto a la muerte seguido por cientos de fieles seguidores, entre ellos hombres, mujeres y niños, la mayoría de los cuales eran negros estadounidenses pobres, que un día se fueron de California para construir un mundo ideal en la selva.
Cinco años antes de que ocurriera esta tragedia, Jim Jones, un cuadragenario que en aquel entonces creía ser la reencarnación de Lenin, Jesucristo y Buda, decidió transferir la “iglesia” que fundó en San Francisco, a la otra colonia británica situada entre Surinam, Venezuela y Brasil.
La autoridad sobre sus discípulos, basada en una mezcla hippie y de vago socialismo, es incontestable. Pero ex-seguidores han hablado de drogas, hambre e incluso de sometimiento sexual. Jones les exigía que trabajaran desde el alba hasta el anochecer, seis días por semana. También los sometía a una “noche en vela” semanal, un extraño ejercicio en el que debían tragar y hacer que sus hijos tragaran, un veneno falso. Para este hombre, el suicidio era la única salida a la guerra que el gobierno estadounidense declaró un día contra él.
“No propongo un suicidio, sino un acto revolucionario”, afirmó, animando a los adultos para que administraran el veneno a los niños.
Una mujer pidió a los fieles ponerse en fila. Se comenzaron a escuchar llantos de los niños. Jones dio muestras de nerviosismo: “Morid con dignidad… Esto no es forma de morir para los socialistas-comunistas”. Varios centenares huyeron a la selva. Algunos fueron capturados y obligados a tomarse el veneno. Jones fue hallado con un balazo en la cabeza y aún se desconoce si cometió suicidio o alguien más lo mató.
Otros casos de suicidios colectivos de los que se tiene registro son:
- Masada, Israel: donde murieron 960 personas.
- Rajput, India: Rani Padmini, guió a las mujeres y niños hacía una hoguera para evitar el deshonor de la lujuriosa milicia del Sultán Delhi.
- Demmin, Alemania: el pueblo sufrió un ataque de pánico colectivo, lo que llevó entre 700 a 1,000 personas a quitarse la vida.
Fuente: El Universal
La gota derramada 