No se trata de una imposición, se trata de una iniciativa que podría salvar miles de vidas y que la nación europea pretende implementar. Se trata de la donación de órganos obligatoria.
El ministro de salud de Alemania, Jens Spahn, propuso una reforma para que todo ciudadano de aquel país sea considerado donante de órganos, salvo que se haya estipulado expresamente lo contrario. Es decir, con esta reforma, todas las personas serán donadoras de órganos automáticamente y se requerirá que las personas expresen su negativa, para que se les deje de considerar como donadores.
Alemania sumó el año pasado solamente 797 donaciones y hay cerca de diez mil pacientes esperando una donación, en su mayoría de riñón o hígado.
En la actualidad, un ciudadano tiene que expresar de manera explícita su deseo de ser donante de órganos, a lo que el ministro de Salud explicó: “Necesitamos un amplio debate en la sociedad, sobre la necesidad de que todos sean considerados donantes».
Spahn admitió el malestar que puede generar esta iniciativa, entre otras razones porque supone una intervención del Estado en la libertad del individuo, por lo que ha llamado al debate político y social.
En México, el pasado 3 de Abril del 2018, fue aprobado por la Cámara de senadores (con 70 votos a favor), el proyecto de decreto por el que se reformaron varios artículos (320, 321, 322, 324, 325, 326 y 329) de la Ley General de Salud.
Con un tema tan delicado, tenemos que ser claros en que la reforma sólo propone un cambio de la regla por defecto, no una obligación. La diferencia está en el hecho de que los ciudadanos pueden optar por ser donadores. Si está opción no estuviera disponible, sí podríamos decir que donar órganos sería obligatorio.
En pocas palabras, con este cambio nadie se ve afectado, si alguien no quiere donar basta con manifestarlo.
Con este simple cambio, la donación de órganos puede aumentar hasta en un 56%, lo que implicaría salvar miles o incluso millones de vidas, con un costo cercano a cero.
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