El fantasma de la ansiedad

Aparece de la nada, muchos la padecen y aún no lo saben. Se siente como si existiera una opresión en el pecho, como si jalaran de una cuerda atada entre los pulmones y el corazón, los sentidos se sensibilizan, la respiración se agita, las piernas se doblan permitiéndote apenas caminar… es ahí cuando aparece: la ansiedad.

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El ruido es un claro detonante de este padecimiento, aunque también pueden contribuir los lugares abarrotados y espacios cerrados.

Debemos ser conscientes que puede aparecer en cualquier momento, es como un monstruo que nos sigue de cerca, a un paso de distancia o quizá más, pero siempre tras nosotros, esperando cualquier momento a atacarnos.

El “fingir” ser una persona normal, es un mecanismo para lidiar con la ansiedad, aunque es insuficiente, ya que este “monstruo” nos ganará 9 de cada 10 veces.

Las personas que sufren este padecimiento muchas veces lo ocultan, simplemente porque no saben cómo lidiar con este problema. Lo que no saben es que ser honestos acerca de su condición, los puede ayudar a combatirla y a concienciar a los demás, en cómo puede llegar a afectarles.

Cuando un ataque de ansiedad ataca a alguien, lo que debe hacer es respirar profundamente ya que le ayudará a poner en marcha el sistema nervioso parasimpático, o en otras palabras, ayudará al estado de relajación mental y corporal.

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No es fácil, se requiere práctica para ser capaz de distraer la atención de esa opresión que se sufre en el pecho, para centrarla en la respiración.

Los ejercicios de distracción son un modo fabuloso de engañar al monstruo, para que piense que no te das cuenta que sigue ahí, acechándote.

Desafortunadamente, la culpa y la ansiedad van siempre juntas. Un episodio con este monstruo no dura más de 20 minutos, aunque parezca una eternidad.

Lo peor de esto es que, cuando el ataque pasa, no sabes cuándo tendrás otro o si estarás seguro o si sobrevivirás. No cabe duda que las personas que lidian con esta batalla merecen un reconocimiento.

Fuente:

Huffington

 

@LAGOTADERRAMADA

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