Desde hace muchos años hemos visto a niños en comerciales, en telenovelas, en cine o en el medio artístico y quizá nos parezca normal, sin embargo, si nos ponemos a pensar son niños que están trabajando. ¿No se supone que eso está mal?

En muchas ocasiones los menores son expuestos a largas horas de jornada laboral, trabajando hasta en la madrugada sin nadie que pueda regular esta situación.

Pero, ¿quiénes son los verdaderos culpables?

Generalmente los padres son quienes involucran a los niños a estas actividades, ya sea porque creen que sus hijos son bonitos y quieren hacerlos estrellas, o porque son los sueños frustrados que proyectan sobre los niños.

Sin embargo, ¿alguien les pregunta a los niños si es lo que realmente quieren? Ellos al final obedecen a sus padres, lo verán como un juego y aceptarán, pero esta decisión puede traer graves consecuencias.

Muchos de estos niños descuidan la escuela, se alejan de los demás niños, no realizan actividades que cualquiera de su edad debería estar haciendo, prácticamente les roban la infancia.

Psicólogos han informado que pasarse las horas trabajando y limitar la convivencia con otros niños puede afectar el desarrollo emocional de los niños y dejar daños irreversibles.

Es importante mencionar que el hecho de que salgan en televisión o cine no deja de ser trabajo infantil y esto debe ser regulado para evitar abusos, presiones y excesos.

Por otra parte, ¿para quién trabajan los niños?

El dinero que ganan realmente no es para ellos, no tienen idea de cuánto ganan ni de dónde queda su dinero, son los padres quienes toman el control de sus ganancias, prácticamente se aprovechan del dinero de sus hijos para solventar sus gastos.

Desafortunadamente mientras exista el consentimiento de los papás para que el niño pueda trabajar, no se puede hacer nada.

Deberían dejar a los niños ser niños, vivir la vida que les corresponde hasta que tengan la suficiente capacidad de decidir qué es lo que quieren hacer.

@LaGotaDerramada