No es que las empresas mexicanas no sean suficientemente buenas como para competir con las extranjeras, el asunto es que hay una especie de “apoyo desleal” hacia la competencia que no es nacional y eso es trabajar en condiciones desiguales por las mismas metas.
En julio de 2019 diferentes asociaciones y sindicatos de trabajadores de aerolíneas se manifestaron contra la operación de una aerolínea extranjera en territorio mexicano.
Emirates Airlines es una aerolínea árabe que pretende establecer una ruta México-Barcelona, por supuesto bajo el abrigo de la Secretaría de Turismo y su representante Miguel Torruco que ha aplaudido públicamente este hecho.
El problema no es tanto que venga una aerolínea extranjera a México, sino que aparece justo en un momento en que la industria aérea mexicana vive serias complicaciones.
¿Por qué no crear una estrategia para apoyar las aerolíneas mexicanas, cuyos servicios son de clase mundial?
Un subsidio, una campaña de promoción, mejoras a las prestaciones de los empleados, etc. Pero en lugar de eso, los funcionarios más bien abren el camino para que vengan otros a “comerse el mandado”.
Por otro lado, es evidente la competencia desleal que hay en el caso, ya que Emirates Airlines es una empresa subsidiada por su país y cuenta con naves enormes con capacidad para muchos más pasajeros que las aerolíneas mexicanas, es decir, de principio no sería una competencia justa porque no hay las mismas condiciones para todos los competidores.
Otros países, en cambio, han puesto restricciones para la entrada de Emirates Airlines, tomando en cuenta que puede dar más beneficios y tiene más ventajas porque sus empleados no pertenecen a sindicatos ni pueden agruparse por sus derechos.
De fondo el problema es que apoyar que una empresa extranjera se establezca en el país, cuando no se da el mismo apoyo a las empresas nacionales, incide directamente en los empleos de millones de personas que viven del mismo ramo y podrían ser recortadas por esta razón.
No sólo en el tema de aviones se da esta situación, suele suceder que desde la función pública siempre se apoya el compadrazgo y el nepotismo, funcionarios que por razones desconocidas apoyas a empresas y empresarios privados o incluso extranjeros, pero a los mexicanos ni caso les hacen porque no prometen darles una tajada del negocio.
@LaGotaDerramada