
En 2020, la situación del COVID-19 ha mostrado lo vulnerable que es Ecuador y en general los países de América Latina a una emergencia como la actual.
Ecuador ha sido uno de los países que más ha sufrido por la pandemia del coronavirus. El índice de mortalidad, que actualmente se sitúa en 7.2%, llegó el 9.6% por el virus, solo superado por México. Los hospitales, primero en Guayaquil y después en Quito, se han visto desbordados por la cantidad de enfermos por el virus.
Pero no sólo el sistema de salud ha sido golpeado. La economía ecuatoriana será una de las más afectadas en América Latina. Ecuador acordó recientemente una reestructuración de la deuda, que alcanza ya el 68,9% del PIB, y un déficit fiscal que se ha disparado hasta el 8,9% este año.
Nuestro país, que ya venía con una economía golpeada por los malos manejos de los gobiernos de izquierda que han dirigido al país durante los últimos 13 años, verá cómo la economía caerá más del 9% este año, solo por detrás de países como Argentina (que también ha sufrido los malos gobiernos de izquierda) o Venezuela.
Es por eso, que los ecuatorianos debemos enfocarnos en elegir a gobiernos que se preocupen por el ciudadano, que apoyen el emprendimiento y la empresa privada, que es la responsable de generar el 80% de los empleos en Ecuador.
No podemos seguir el ejemplo de países como Venezuela, que, bajo un régimen autoritario que cumple más de 20 años en el poder, ha acabado con la economía y con un país que fue en algún momento el más rico de la región.
De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, 5,1 millones de venezolanos han migrado desde 2016. Las cifras oficiales indican que cerca de 382.000 se han radicado en nuestro país.
La pandemia ha afectado a muchos de los venezolanos que viven en Ecuador, muchos de ellos con trabajos informales. Es por eso que muchos de ellos han emprendido el regreso a casa.
Sin embargo, regresarán a un país con un sistema de salud devastado, ubicado en el puesto 176 de 195 del ranking mundial, según el índice del Centro para la Seguridad Sanitaria de la Universidad John Hopkins, quien también monitorea la propagación del virus. El Programa Mundial de Alimentos estima que más del 40 por ciento de los hogares venezolanos sufre diarios cortes de agua y que el país corre el riesgo de sufrir una monumental hambruna.
Además, en un régimen donde no hay acceso a medicinas y donde incluso lavarse las manos es un desafío, la amenaza del virus es permanente. Por eso, miles de migrantes que regresaron a Venezuela se verán obligados a abandonar su país nuevamente, ya sea por la fuerza o por las circunstancias.
Al preguntarle a los venezolanos de por qué dejaron su país y se radicaron en Ecuador, el común denominador que se encuentra es que a todos ellos hubo una gota que les derramó el vaso. La escasez, la perdida de la libertad de expresión, la falta de medicamentos, la desnutrición, la pobreza; fueron algunas de las causas que les colmó la paciencia y los obligó a emigrar de su país.
La pandemia ha dejado en evidencia que nuestra economía y sociedad son completamente frágiles a un evento de estas magnitudes, más cuando han sido manejadas irresponsablemente por los últimos gobiernos de izquierda que lo único que les importó fue su beneficio personal.
Debemos votar responsablemente en las próximas elecciones, corregir el rumbo para encaminar nuevamente a Ecuador hacia la prosperidad. Cualquier paso en falso sólo agravará la situación económica, ya precaria, y puede llevarnos a una situación como la de Venezuela.
Pese a todo, Ecuador ha sabido sobrellevar las dificultades. Debemos tomar medidas a tiempo, o de lo contrario llegará la gota que nos derrame el vaso y nos obligue a emigrar a otros países, teniendo que dejar atrás las riquezas de un lindo país como lo es Ecuador pero que puede quedar sumido en la pobreza y la desesperanza si se eligen gobernantes como los que han llevado a Venezuela a la hecatombe actual.
@lagotaderramada