A decir verdad, todos alguna vez en la vida (lo podría apostar), hemos recibido advertencias de nuestras abuelas, madres, padres, hermanos mayores o amigos, respecto al amor. Y es que, bueno, las advertencias no son en vano, si recibimos una ha de ser porque lo que estamos por enfrentar es casi, o en efecto, mortal.
Los efectos del amor se remontan hasta la mitología clásica grecolatina, ya saben…Amor, Cupido, Eros, hijo de Afrodita flecha a dos personas y estas, una de dos: caían rendidas de amor, u olvidaban todo sentimiento y se volvían indiferentes al otro. Todo dependía del tipo de flecha, de oro, o de plomo, ¿no es verdad? Todos pueden ir a googlearlo en este mismo instante.
Pues bien, por algo nos advirtieron tanto, y por algo hasta en la mitología el amor aparece alegorizado de esa forma. Pero no te preocupes, nadie te va a disparar una flecha mientras caminas por la ciudad, en vez de eso, en este artículo te hablaré sobre los efectos que el amor tiene en los seres humanos.
Quizás uno de los primeros efectos de los que podemos darnos cuenta a simple vista sea la falta de atención a las tareas, aunque éstas sean rutinarias. Esto se debe a que enfocamos nuestra atención en la persona que nos atrae, o de la que nos estamos enamorando.
Incluso la ciencia lo comenta, enfocamos nuestros recursos cognitivos en la persona de nuestro interés. En segundo término, el amor puede causar el mismo efecto en nosotros que, por ejemplo, la adicción a alguna droga fuerte. Pues como lo han observado algunos científicos al observar resonancias magnéticas, al enamorarnos en nuestro cerebro se activa una red neuronal émulo de la red que se activaría con la adicción a la cocaína. De alguna forma también tus latidos se acoplan a los de tu pareja, según estudios científicos.
Además de los efectos antes dichos, uno de los efectos que figura incluso en los dichos populares es el de estar ciego de amor. Así es, aunque no es una ceguera literal, sino algo llamado sesgo de atención inconsciente, esto en palabras mortales significa que, al estar enamorados no nos fijamos en otras personas en el sentido romántico, es decir, únicamente enfocamos nuestra atención en una sola persona.
Otro efecto del amor en nosotros, y uno que se puede equiparar al de algunos depredadores cuando ven a sus presas, es el de las pupilas dilatadas. Y es que cuando vemos a la persona de la que estamos prendados, nuestras pupilas pueden llegar a dilatarse.

Esos fueron los efectos menos peligrosos, digamos, porque en realidad existe un trastorno más complejo asociado al enamoramiento, y se conoce como Limerencia. Esta enfermedad de tipo obsesivo-compulsiva se desata por procesos químicos ocurridos en el cerebro, a saber, la liberación de dopamina, norepinefrina, feniletilamina, estrógeno y testosterona. Este trastorno podría convertir el amor romántico en una pesadilla, pues podría llevar a la obsesión.
Así es que ya sabes, el amor conlleva algunos efectos, y hasta podría ser mortal en algunos casos trágicos, pero es casi inevitable enamorarse, ni el propio Eros pudo escapar de él.
Si recordamos, Eros se enamoró de Psique, tal como lo demuestra el grupo escultórico de Antonio Canova “Psique reanimada por el beso de Amor” que, por cierto, tenemos de portada. En este apartado mitológico podemos ver una vez más la alegorización de un sentimiento que aterra a más de uno, pero que vale la pena vivir.
Fuentes:
Huffpost, “9 extraños efectos secundarios del amor”, [Fecha de consulta: 26/10/21]. En:
https://www.huffingtonpost.es/2013/12/04/el-amor-hace-que-hagamos-_n_4383327.html.
RPP Noticias, “La enfermedad del amor existe, y estos son los síntomas”, [Fecha de consulta: 26/10/21]. En: