En el articulo de los investigadores de la Universidad Nottingham Trent y la Escuela de Administración Thiagarajar (en India), se define la ‘selfitis’ como el “deseo obsesivo compulsivo de tomarse fotos y publicarlas en las redes sociales como una manera de compensar la falta de autoestima.
La adicción a las selfies es una conducta obsesiva cuya característica es el deseo incontrolable de autofotografiarse y publicar esas fotos. Las selfies son hechas para compartirse, subirse a las redes sociales y conseguir muchos “likes” de quienes las observan.

Un análisis realizado el año pasado en Estados Unidos, determinó que algunas características de las fotos subidas a Instagram -como el color y los rasgos y gestos faciales- pueden funcionar de manera eficaz como marcadores predictivos de depresión. Es decir, las fotos de esa red social podrían ayudar a detectar, de forma temprana, un cuadro depresivo. Las conclusiones también aseguran que las personas con depresión son más activas en Instagram, usan menos filtros y publican más selfies.

Está comprobado que, sobre todo para los adolescentes, las redes sociales son una enorme fuente de placer: los ‘me gusta’ en Facebook o Instagram ponen en marcha los mismos circuitos cerebrales que se activan al comer chocolate o ganar dinero.
Así lo comprobó una investigación realizada por expertos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), a través de resonancias magnéticas a 32 jóvenes de entre 13 y 18 años de edad, a quienes se les mostraron imágenes con muchos y pocos ‘likes’, respectivamente.
De cualquier manera debemos permanecer alerta con nuestros conocidos, amigos o familiares, ya que podría haber una forma temprana de detectar esta adicción o algún tipo de trastorno que pudiera desencadenarse.
@lagotaderramada
Fuente: https://psicologiaymente.com/clinica/selfies-trastorno-mental