A la mayoría de las personas la música suele alegrarnos y a algunos incluso nos hace bailar sin importar el ritmo en cuestión. Sin embargo, estudios han revelado que quienes se dedican a este tema suelen sufrir ansiedad o depresión.
Las exigencias que este arte demanda son muy altas y por ende sus recompensas son muy bajas para aquellos que no cuentan con recursos suficientes; la precariedad de la industria tiende a causar problemas mentales a los músicos.
Por otro lado, muchas personas que hoy en día son grandes artistas reconocidos no tienen ese problema tan arraigado, o al menos no tanto como los músicos independientes que tienen más dificultades para dar a conocer su trabajo.
La frustración para los músicos viene cuando el dinero y la posibilidad de brillar se ven lejos, sintiéndose rechazados por la misma industria, sin llamar la atención de los productores y por consecuencia sin obtener una ganancia digna por su trabajo.
Estudios han revelado que el 73% de los músicos padece estas enfermedades, debido a las dificultades de dar a conocer su trabajo.
Y no es tarea sencilla el combinar tus actividades diarias con algo como la música, pues muchos de quienes a esto se dedican han tenido que dejar de lado su vida personal para lograr el éxito en esta actividad.
@LaGotaDerramada