El sueño de todos los jóvenes es independizarse, tener su propia casa o departamento, incluso hacerse roomies de alguien, para tener su propio espacio y comenzar una vida de adultos, pero sabemos que mantenerse solo no es nada fácil, ya que son muchos gastos y la mayoría de los sueldos no son tan buenos como quisiéramos.
Sin embargo, con la llegada del Coronavirus la situación económica en todo el mundo empeoró, muchos empleos se perdieron, empresas cerraron o al menos recortaron personal, y esto ha afectó también a los jóvenes, quienes debido a la pérdida de empleo se vieron obligados a regresar a casa de sus padres.
De acuerdo con algunas encuestas, 6 de cada 10 jóvenes consideraron regresar a casa de sus padres debido a la pandemia, pues la situación dañó sus ingresos y muchos quedaron sin más opciones.
La consecuencia de esto estuvo en la convivencia, pues los jóvenes dejaron de estar en su propia casa y enfrentaron de nuevo las reglas de los padres.
Tanto los padres como los hijos se acostumbraron a un nuevo estilo de vida, vivir el uno sin el otro, y el hecho de regresar a casa representó un auténtico retroceso para ambos.
La situación no fue fácil para nadie, pero este tipo de momentos difíciles son los que prueban la resistencia de las familias, qué tan unidas están y qué tanto pueden aguantar una crisis.
Fuentes:
@LaGotaDerramada
La gota derramada 