El uso de los dispositivos móviles ha incrementado de manera exponencial durante la pandemia generada por la Covid-19. No es casual, pues la sana distancia es necesaria para evitar los contagios.
Aunque parece inofensivo su uso, es evidente que nos ha cambiado la vida, no sólo porque nos comunica con las personas que queremos, sino por las consecuencias que podría generar en nuestro cuerpo y forma de pensar.

La empresa Toll Free Forwarding analizó los hábitos que tienen los usuarios con el fin de determinar los cambios físicos que tendrían en un futuro, debido al uso excesivo de teléfonos y otros dispositivos que son parte de nuestro día a día. Por ejemplo la mujer futurista tendrá la espalda encorvada, un cuello alargado, producto de pasar horas en mala postura en la pantalla.
Sin embargo, no hay de qué preocuparse, pues estos cambios se verán reflejados en decenas de miles de años. Aunque expertos en la UNAM, como el profesor Alejandro García Romero de la Facultad de Ingeniería, expresó que será necesario que las compañías de la tecnología establezcan advertencias para que los usuarios moderen el uso de sus móviles.
No sólo alerta a los expertos estas posibles modificaciones del cuerpo por el uso de la tecnología, sino que, además, produce adicción. Así lo ha demostrado la app de Tik Tok, que estableció entre sus opciones seleccionar el tiempo que el usuario desea estar para evitar una obsesión insana.

Asimismo, la empresa Toll Free Forwarding comprobó que así como nos comunicamos en redes sociales con personas, también nos separa, pues nos acostumbramos a establecer vínculos sin la necesidad de la presencia de las personas. Por lo que es alarmante que con el uso de la tecnología no sólo nuestro cuerpo cambie, sino que nuestras relaciones sociales se vuelvan nulas.
@LaGotaDerramada
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