En ocasiones podemos llegar a pensar que las pandemias son sólo aquellas que asolan a los pueblos, como en antaño las pestes o las plagas, como en los relatos bíblicos, es decir, sucesos mortales que terminan por ser tan ruidosos como cataclísmicos. Sin embargo, existen pandemias, o males mucho más silenciosos, y el suicidio es uno de ellos, ya sea que hablemos de nuestro contexto pandémico actual, pues las alarmantes cifras no se refieren únicamente a lo ocurrido en pandemia. Por eso, queridos lectores, es que hoy hablaremos sobre esta silenciosa pandemia: los suicidios.
Como se debe saber, las personas que tienden a tener pensamientos suicidas, o peor, comportamientos de este tipo, no son quienes más hablarán del tema, eso deberíamos tenerlo claro, por eso es que se dice es un problema silencioso, ahora bien, se dice que es una epidemia en atención a que, son altas las cifras de suicidios alrededor del globo.
Por ejemplo, en España, el suicidio es la primera causa de muerte externa, es decir, no causada por una enfermedad física. Podríamos reparar más en ello, pues sí podría devenir de una enfermedad, pero no de una física, sino de una mental, de un trastorno que evita los seres humanos se desarrollen con completa libertad.
Tan sólo en 2020 se produjeron 3 mil 941 fallecimientos a causa de suicidios, lo que representaría un 7.4% más que en 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Estas cifras son más que alarmantes, pues se pensaba que 2014 había sido el año con más muertes por esta causa, a saber el número exacto fue de 3 mil 910 personas acaecidas.

Hablando de estadísticas genéricas, en 2020 se suicidaron 2 mil 930 hombres y mil 11 mujeres. Esta variación se ha mantenido apuntando hacia la misma tendencia desde 1980. Con estos números y una tasa de suicidio de 7,7 por cada 100 mil habitantes, el suicidio se posiciona como la primera causa de muerte no natural. Aunque, ahora si tenemos en cuenta los pensamientos suicidas es otra cuestión, y también es sumamente grave, pues al menos 15,5% de los españoles entrevistados para el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida, aceptaron haber tenido pensamientos suicidas alguna vez.
Respecto a estas preocupantes cifras, no se salvan los demás países del globo, pues la OMS dice que al menos una de cada 100 muertes es debida al suicidio.
Ahora, si tratamos este tema en el contexto pandémico, se tiene que las muertes a causa del suicidio son mayores que las debidas al Covid-19, lo cual es mucho decir, pues las muertes por esta enfermedad son pantagruélicas en todos los niveles.
Bien, lo anterior habló de España, pero si nos enfocamos en los números de México no iríamos tan lejos, ya que desde que inició la pandemia, las cifras de suicidio han aumentado. Tan sólo entre 2020 y 2021 se reportaron medio millón de muertes a causa de suicidios, y sobre todo, se reportaron muertes de personas entre los 25 y 34 años. No obstante, la tasa de suicidios más alta es la del grupo de jóvenes entre los 18 a 29 años, y los casos se dieron, sobre todo, en habitantes masculinos. En nuestro país, al menos, no se ha relacionado oficialmente a la pandemia con los suicidios, pero hay razones para pensar que así es.
En fin, el problema es grave, las cifras lo demuestran, pero la solución podría estar en nuestras manos, es decir, siempre podemos ayudar a alguien, esto es una verdad universal, la cuestión es saber cómo acercarnos a las personas que sufren de algún trastorno psicológico que los orille al suicidio. Es obvio que con una palmada en el hombro no haremos diferencia, ¿verdad? Necesitamos ayudarlos o acercarlos con profesionales, con psicólogos que puedan tratarlos, y ayudarlos a superar los trastornos mentales que puedan ser los causantes de estos pensamientos, o en casos extremos, de las acciones suicidas.
Nunca es tarde para tender la mano a alguien, es verdad, pero un día podría serlo si no identificamos las señales, es decir, puede ser que una persona cambie de humor de un tiempo a la fecha, pero de manera permanente, que la veamos más triste de lo habitual, sin ganas de comer, hablar, o siquiera salir, si conocemos a alguien con señales parecidas, o con marcas en el cuerpo por heridas autoinfligidas, será momento de ayudarlos e ir con un especialista.
La solución a este problema y la vida de una persona puede estar en nuestras manos, hagamos posible la vida, seamos más humanos.
Fuentes:
ELLE, “El suicidio es llamado la «pandemia silenciosa» por las altas cifras”, [Fecha de consulta: 19/01/2022]. En:
Huffpost, “La pandemia silenciosa: el suicidio en España, en siete gráficos”, [Fecha de consulta: 19/01/2022]. En: