Es usual que cuando estamos más presionados, tenemos muchos pendientes, o simplemente, no tenemos ganas de hacer una u otra tarea, la dejemos para después. En ese sentido procrastinar no tiene nada de extraño, sin embargo, estudios sugieren que la acción de posponer tareas es una señal de posibles problemas mentales.
Como se dijo, la investigación publicada por Jama Network Open, indica que el retrasar las obligaciones se asocia con una mala salud mental.

En realidad, se asocia a la procrastinación con efectos adversos de la misma, ya que, esto podría desencadenar en quienes procrastinan, desde síntomas de depresión, ansiedad, estrés, o padecer dolor incapacitante en las extremidades superiores.
El estudio fue liderado por expertos de la Universidad de Estocolmo, y en él se analizó a 3.525 universitarios para observar si la práctica de la procrastinación estaba asociada con efectos en la salud mental y física nueve meses más tarde.

La procrastinación vista de esta forma ayudó a los investigadores a desentrañar más aspectos acerca de la salud de los estudiantes universitarios. Se concluyó que, al tener más libertad, los estudiantes tienen que desarrollar una capacidad de autorregulación fuerte, y esa exigencia podría tener un efecto de bola de nieve en los estudiantes.
Es decir, en general, el desencadenante de la procrastinación es la personalidad de cada individuo, por ejemplo, se asocia a esto con individuos que tienden a la impulsividad, la distracción y baja concentración. En seguida esto es lo que desencadena la procrastinación y puede desencadenar efectos negativos en la salud de las personas, como síntomas de ansiedad y depresión.

Siempre se recomendará acudir con un especialista si es que la procrastinación se convierte en un problema repetitivo.
Fuente:
Made for Minds, “Estudio asocia la procrastinación con el desarrollo de problemas de salud mental y física”, [Fecha de consulta: 09/01/2023]. En:
Salud Mental 360, “Procrastinación: ¿cómo evitarla?”, [Fecha de consulta: 09/01/2023]. En: