La pandemia generada por la Covid-19 no sólo afectó nuestras formas de relacionarnos socialmente, sino que ha causado distinto estragos en nuestra rutina personal. Uno de ellos es que nuestra memoria a largo y corto plazo se ha visto afectada. ¿No te ha pasado que del 2020 a la fecha se te olviden algunas cosas o que te distraigas sin motivo aparente? Quizás tengas cerebro pandémico.

Este término no es clínico, pero sí se utiliza para clasificar varios síntomas que sufre nuestro cerebro luego de estar sometido al estrés del confinamiento. El estrés es bueno en ciertas ocasiones, pues nos ayuda a terminar tareas y automáticamente desaparece, sin embargo, cuando es constante se vuelve crónico, por ende afecta nuestras capacidades mentales. Por ese motivo, cuando estuvimos en aislamiento por la incertidumbre de la pandemia nuestros niveles de estrés se dispararon.
Por lo que al generarnos estrés también producimos cortisol, que ha sido relacionado con alteraciones en el hipocampo, causando mal humor y pésima memoria. Por lo que no es de sorprenderse que nuestras capacidades de aprendizaje y resiliencia se hubieran deteriorado. Muchos lo catalogan como una neblina mental que te impide pensar de manera correcta.

Esta afección no la sufren todas las personas y esto se debe a los hábitos que tienen en su día a día. Se demostró que aquellas que tenían rutinas de ejercicio o yoga resultaron menos afectadas, pues al realizar estas actividades sus cerebros han aprendido a lidiar con el estrés de manera normal y no crónica.
Los expertos en neuropsicología aconsejan aplicar técnicas para restablecer las funciones cognitivas, tal como juegos de memoria. Tampoco debe descartarse tomar terapia, pues con ayuda profesional se puede guiar a personas a tener hábitos sanos.
@LaGotaDerramada
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